La Planchada
Client: Km Cero Magazine
Art direction: Alicia Rosas
Art: Ale De la Torre
Spread Design: Áurea Carmín Design Studio
Project: Branding illustration
ENG. This month I had the opportunity to make an illustration for the children's section of Km Cero magazine, a cultural magazine about Mexico City. For this edition I illustrated the legend of "La Planchada", one of the most famous legends of the city originated in the Juárez Hospital. This is the legend:
A kind ghost in Mexico City
by Alicia Rosas
They say that Eulalia sees some patients at night. She gives them their medicine, accompanies them gently and tells them her love story.
When she was young, she met a doctor with whom she fell in love, but a few days before marrying him, he married another woman. Heartbroken, Eulalia, the beautiful nurse with the always well-pressed uniform, fell ill to death.
Since then, she has been lovingly strolling through the corridors of the Juarez hospital and, when in the morning some of the patients ask for the kind young lady who helped them the night before, the doctors reply, “Oh, no! she was “La Planchada”, a nurse who died a century ago…”.
ESP. Este mes tuve la oportunidad de hacer una ilustración para la sección infantil de la revista Km Cero, una revista cultural acerca del Centro Histórico de la Ciudad de México. Para esta edición ilustré la leyenda de “La Planchada”, una de las leyendas más famosas de la ciudad y cuyo origen es el Hospital Juárez. La leyenda dice así:
Un fantasma bondadoso en la Ciudad de México
por Alicia Rosas
Dicen que Eulalia atiende por las noches a algunos pacientes. Les da sus medicinas, los acompaña con dulzura y les cuenta su historia de desamor.
Cuando joven, conoció un médico del cual se enamoró, pero, unos días antes de casarse con él, se enteró de que el muy pérfido se había ido a casar con otra mujer. Con el corazón roto, Eulalia, la enferemera hermosa del uniforme siempre bien planchado, cayó enferma hasta morir.
Desde entonces, se pasea amorosamente por los pasillos del hospital Juárez y, cuando por la mañana alguno de los enfermos pregunta por la amable señorita que lo ayudó la noche anterior, le responden los médicos “¡Ah, no! A usted lo vino a visitar la Planchada, una enfermera que murió hace un siglo…”.